miércoles, 31 de julio de 2013

Candaulismo o Candalagnia.


El candaulismo o candalagnia, son términos médicos que se refieren al impulso psicológico de un sujeto de exponer a su pareja sexual a imágenes de ella o él, ante otras personas con el fin de obtener gratificación erótica. Es una variante del candaulismo, el sujeto obtiene gratificación sexual obligando a su pareja a exponerse sexualmente, desnudarse o realizar actos sexuales con otra persona. Se agrupa entre trastornos del comportamiento sexual con respecto al objeto con el que se obtiene placer erótico.
A veces, este comportamiento se toma hasta el punto de permitir que se llegue a una relación sexual, una práctica definida como triolismo por intercambio de pareja. En ciertos casos, la relación evoluciona hacia una unión estable entre las tres personas, conocida como ménage à trois.

Pese a que la sociedad está cortada por unas normas básicas y arraigadas a una moral normalmente religiosa, muchos son los que viven a un lado de estas reglas marcadas, viven descubriendo su sexualidad y su verdadero Yo. Y no por ello son mejores o peores, el deseo sexual es libre y partiendo de una norma básica, la de qué ambos quieran, el resto las escriben los amantes.
Dicho esto, liberemos de nuevo nuestra imaginación y mente por las líneas que aquí aparecen, dejemos escapar nuestros deseos más íntimos.




Brisa otoñal, calles escurridizas, las farolas recién encendidas iluminan una gran casa, una casa pintada de blanco, con una gran puerta de madera engrandeciendo la entrada.
En su interior una pareja, Ella en el aseo, dándose un baño de espuma, lavando su piel con agua caliente, frotando y masajeando sus senos con placer, disfrutando de su cuerpo.
En el dormitorio, Dos, mirando impaciente por la ventana, observando la calle, ahora solitaria, un cielo oscuro, estrellado, perfecta estampa otoñal, pero ¿Dónde estaba Tres? se preguntaba tocando sus genitales con delicadeza.
Diez minutos después un coche aparca frente a su casa, era Tres. Él hombre baja a la planta de abajo y abre la puerta paciente pero a la vez ansioso porque su invitado atravesase las puertas de su fortaleza.

-Bienvenido, Ella está dándose un baño, no sabe nada, así qué no te extrañe su reacción.
-De acuerdo, ¿Tienes una copa?

Ambos hombres suben al segundo piso, Dos, sirve dos copas, se ponen cómodos.
Una fina bata cubría sus cuerpos, Dos, sentado en una butaca de cuero negro colocada frente a su grandiosa y alta cama de matrimonio.
Tres, sentado en esta, bebiendo de su copa. En silencio, esperando, esperándola.
Una luz tenue pero cálida inunda la habitación, Tres puede notar que las sabanas de la cama son de lino. Tras dos copas más, la puerta del baño se abre, con la joven mujer desnuda, petrificada mirando a aquel hombre que pese a su atractivo es un simple desconocido para ella.
Antes de que pueda gritar, huir o atacar, Dos, su marido, habla con serena pasividad.

                -Querida, te presento a Tres, esta noche será tu compañero de juegos.

Ella incrédula, mira a ambos, se tapa los senos y su monte de Venus dándose cuenta de que está desnuda.

                -¿Qué quieres decir?
              -Llevo tiempo queriendo observar como juegas con otro hombre, ver lo guarra y puta que eres con otro. Te doy mi beneplácito para que folles con Tres, ya sabes su nombre, ya no es un desconocido para ti.
                -Pero…
                -No, no hay peros querida. Adelante Tres, qué comience el espectáculo.

Tres se levanta decidido, nada le va a detener, desea a esa joven y delicada Mujer. Quiere jugar con ella, su marido le es indiferente.
Se acerca a ella, agarra su cuello con delicadeza y la besa. Besa sus labios con pasión, qué  en un principio no es correspondida, pues Ella pese a no resistirse se queda inmóvil, tapándose aún los senos y sexo.
Saborea su delicada piel, hasta el punto de erizarla de tal manera que un escalofrío recorre el cuerpo de la mujer.
Con la mano en su espalda, la atrae hacia él con fuerza, la besa de nuevo, esta  vez ella excitada por semejante ímpetu se deja llevar y corresponde a su beso.
Sus lenguas juegan, pasan de boca a boca, creando curvas imposibles, Ella nota la presión que ejerce el miembro de Tres en su cuerpo.
Dos acaricia su sexo, ya erecto, mientras ve a su mujer besarse con aquel hombre, observa la escena, pone mucha atención a cada gesto.
Tres sube a horcajadas a la Mujer, apoya su cuerpo en la pared y lame sus pechos, los come con ansia, pone duros sus pezones, hace que su sexo se humedezca.
La mujer es mucho más pequeña que Tres, por lo que este puede maniobrar perfectamente con ella, tanto es así, que en un rápido gesto coloca el sexo de la mujer a la altura de su boca, esta apoyada aun en la pared enlaza sus piernas al cuello de Tres, agarra su cabeza y tira de su pelo,  este comienza a lamer el clítoris rosado de la mujer, a mordisquear sus labios, a introducir con rapidez su lengua. Ella gime, gime a la par que tira de su pelo y aprieta los muslos contra su cara, deja de notar la presión de su espalda contra la pared.
En su butaca, Dos, masajea su glande, erecto y lubricado por su propia saliva. Adora verla gemir.
Con ella aún encima de sus hombros, se dirige a la gran cama, su cuerpo cae con delicadeza sobre esta, húmedos sus muslos que ahora se aprietan mutuamente por la excitación.
Tres se acerca a la pequeña cubitera que reposa tranquilamente en la esquina de la cama y coge dos hielos, nota el frío en su mano y observa la ventana empañada por el calor del interior. Sonríe lascivamente y se gira mirando el cuerpo agitado de la mujer.
Se sube encima de ella, roza con su pene el clítoris de la mujer, lo que hace que esta gima y se revuelva sobre si.
Con los tres hielos se acerca a su cuerpo y con sutileza roza sus labios, lame los dos cubitos de hielo y los comienza a pasear por el cuello de ella, estos rápidamente comienzan a derretirse dada la temperatura de su piel, sigue bajando hasta sus senos, los rodea y hace que estos se pongan firmes y duros de nuevo, continua y se posa en su delicada y casi inexistente barriga, agarra con fuerza los hielos y deja caer las gotas sobre su cuerpo.
Ella gime de placer, a la par que de excitación.
Tres agarra la cabeza de la mujer, hace que se incorpore y pone su boca a la altura de su glande encendido, lo introduce y mueve rítmicamente, llegando hasta la profundidad de su garganta, ella comienza a salivar, mojando la cama, sus piernas, las de Tres.
Hace sonidos guturales, lo cual a su Marido, excita de sobre manera, él, por su cuenta, maniobra sentado en su butaca, cual mero observador de una película porno amateur.
Ella mira a Tres de forma Picara mientras engulle su firme pene, quiere que la folle, y lo quiere ya. Pero Tres tiene que seguir un juego, no el de ella precisamente.

Le tiemblan las piernas, justo momento para separarla y tumbar de nuevo su cuerpo.

-Cierra los ojos, no los abras hasta que yo no lo diga.

Ella obedece y esta vez, de la mesilla coge un bote, el cual destapa e introduce los dedos en el.
Da de lamer a ella. Es dulce, pegajoso y tiene una textura sublime.  ¿Miel? Se pregunta ella confusa de nuevo.
Alza el bote y deja caer un fino chorro de aquel espeso líquido sobre su pecho y senos. Está caliente.
Su espalda se curva casi en un arco perfecto dejando entrever las costillas, sin saber bien la razón, al tener los ojos tapados, se excita más al notar la textura y el olor agudizado de la miel, si, corrobora que es miel.
El Marido, sigue rítmicamente frotando su rígido pene, disfruta viendo la escena.
Tres se acerca a la mujer y lame la miel de sus senos, dejando su piel pringosa, absorbe su pecho mientras que baja la mano derecha hacia el clítoris, el cual masajea con lentitud, ella, gime, siente, goza, cuando su cuerpo de nuevo crea una parábola casi perfecta, introduce dedo índice y corazón, aprovechando la humedad que ha creado ella sola por la excitación.
Los embute hasta dentro de tal forma que los gemidos de ella ensordecen la habitación y excitan tanto a Tres como a su Marido, un manantial blanquecino emerge sobre la mano de Tres.
Este termina de lamer lo que puede de la miel, dejando húmedos sus pechos, se gira hacia el tercero sentado en su butaca de cuero, esperando una señal, que pronto llega en forma de afirmación. Luz verde para hacer lo que todos desean que haga, Penetrarla.
Apoya las piernas de la joven en sus hombros y acerca su cuerpo hacia él, formando una ele perfecta con el de ella, esta suspira de impaciencia, su sexo esta húmedo y deseoso.

                -Abre los ojos.

Ella lo hace y se pierde en la mirada lasciva y perversa de Tres, se muerde el labio y siente como se introducen dentro de ella con delicadeza. Gime de placer, su cuerpo vibra.
Cuando aún no ha terminado de meterla, Tres da un espasmo inhumano hacía dentro, de tal forma que la mujer grita en una mezcla de goce y dolor.
Saca su pene lentamente, repite el gesto, primero despacio, ambos notan como entra, la humedad que ella tiene, la dureza que posee Él, de nuevo la embestida, dura y feroz.
Ella nota como en cada embestida su cuerpo retrocede sobre las sabanas de lino, agarra las nalgas del hombre e involuntariamente marca el ritmo de las embestidas, cada vez más rápido e insaciable.
Tres se gira y mira a Dos, que se encuentra ensimismado viendo como aquél hombre folla a su mujer, de cómo ambos disfrutan de ello, hace un gesto, quieren que cambien de postura.  Este da una última sacudida y nota el vacío que deja al salir.
Baja de la cama, la cual queda a la altura de su falo húmedo, erecto, agarra por los tobillos a la mujer y la arrastra hasta Él, sin soltar sus piernas, embiste su cuerpo, introduce su pene con tal fuerza que Ella grita, disfruta a la par que la duele, sus senos botan en su propio cuerpo.
El observador acelera el ritmo, esos gemidos le gustan demasiado.
Tres sigue embistiendo a la joven, ambos gimen y gruñen, sienten la entrada y la salida del glande, la humedad del sexo de ella, la dureza de él. Sienten el placer mientras sudan.
Dos quiere ver la cara de su mujer cuando ambos lleguen al climax total, le hace un gesto a Tres, el cual entiende a la perfección.
Tres para en seco, con su pene dentro de ella, esta abraza con sus piernas las de Él, pues sigue disfrutando al notarle dentro de su sexo húmedo y caliente.
Sin salir, se incorpora hacia ella, con pura lascivia lame sus labios, lentamente sale y de nuevo coloca la mano en su espalda , hace un giro rápido colocando a la mujer boca abajo, a ella no le hace falta más y entiende que postura van a hacer.
Se pone a cuatro patas y alza su culo en pompa, dejando ver sus labios húmedos, sus nalgas redondas y blanquecinas, mira a Dos, (el cual mantiene ya un ritmo frenético), con cara de perversión, sonríe a la par que lame sus labios.
Tres se coloca detrás, agarra con una mano su cadera y da una palmada en su nalga, introduce mansamente su glande a la par que coloca la otra mano en la mano usando de apoyo la clavícula de la mujer.
Comienzan las sacudidas, Dos mira a su mujer, observa a la par que se masturba, como gime, como su  cara muestra el placer que Tres la ofrece.
Notan como entra, como desgarra el interior de la joven, ya no hay marcha atrás. Las piernas de tres  tiemblan, los brazos de ella ceden, van a llegar al culmen del regodeo absoluto.
Los tres van a llegar al culmen, todos gimen, sienten el placer, cada uno en singular, todos en plural.
Tres continua embistiendo a la mujer, apretando su cadera para mayor empuje, notan un calambre que recorre su cuerpo.
Hidromiel que se derrama, caliente y espesa, por su interior, por el interior de la joven.
Ambos gimen, ella desesperada para finalmente llegar al éxtasis del momento. 
Dos por su lado, gruñe y gime mientras ve a su mujer correrse para también acabar llegando a su propio climax personal.
Respira agitado, se limpia con el batín, suspira y Se levanta, sirve tres copas, Tres se retira, se sienta en la cama y seca su frente, la joven se desploma en la cama, aun gimiendo y sudando por el placer.
Dos le acerca la copa a su mujer y a su compañero. Brinda a su salud y se sienta en la cama junto a ellos, acaricia la espalda de su mujer.
Quedando la habitación con las ventanas empañadas, oliendo a sexo, en silencio, con tres cuerpos agitados y sudorosos.

                                               Hasta la próxima Parafilia queridos. 

3 comentarios:

  1. Morboso, pringoso, perverso y pervertido...se supera usted, srta. Acid, por momentos. Más largo que los anteriores y por tanto más tiempo de disfrute y deleite, porque no pierde, sino que gana cada vez más, en ritmo, descripciones, personajes, diálogos...y se mete uno en la historia, y en donde se meten sus protagonistas, hasta alcanzar el clímax con ellos. Su prosa sí que derrite el hielo, sugerente Acid...y atrapa como la miel hace con las moscas.

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  3. Muy buen relato, la animo a seguir escribiendo,
    enhorabuena!

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